No te detengas. Ana Terán. Plaza & Janes

17/05/2012 - 12:00 am


La novela, entretejida de ficción, relata los primeros 20 años de Crista, una ex Miss de belleza mexicana. Crista es producto de un experimento que la habrá de marcar de por vida de una forma dolorosa y, al mismo tiempo, la empujará al éxito y reconocimiento mediático, primero como modelo y luego como actriz. Nieta de un gobernador de Puebla e hija de un personaje autoritario y extravagante, fue gestada de manera insospechada y padeció a lo largo de su infancia y adolescencia un exhaustivo entrenamiento, tanto psíquico como físico, a fin convertirla en una mujer capaz de conquistar los títulos de belleza que aspiraba su padre.

Durante esos primeros años Crista define su identidad, marcada por un sino terrible que descubrirá a los 18 años: ser llanamente un “proyecto” de hija, de mujer, que solo podrá terminar poniendo fin a las manipulaciones paternas e independizándose de la sombra de expectativas que la envuelven desde el instante mismo de su gestación. Esta es la historia de cómo la protagonista descubrió su pasado, de cómo, gracias a su tenacidad, triunfó, y cómo sigue adelante conciliándose con esa voz que desde siempre le ha dictado: “No te detengas”.

Una novela a través de la cual Martha Cristiana –hoy también directora de cine– se libera del temor y la vergüenza: “Quiero silenciar la voz de mi padre”, dice en su pre-texto.

Una historia que la identifica con las mujeres, salpicada de las presiones sociales que padece el género, de conflictos con los padres, de susceptibilidad, de fuerza y determinación de lucha.

 

Ana Terán. Llegó de Sonora al Distrito Federal a los 11 años cargando el bagaje de su acento norteño, que la hizo blanco de burlas de sus nuevas condiscípulas. Consoló la nostalgia por su antiguos amigos con la amistad de los libros, aunque podría  decirse que su vocación se perfiló antes, cuando leyó La niña  que vivió en un espejo, un cuento inspirado en ella, que fabula su pasatiempo favorito: mirarse. Tras Tiempo mutuo (Juan Pablos, 1989) y Más vale morir ahogado que de sed (Ciesas 1994), premiado por Ciesas y el Colegio de México, mira un espejo ajeno para escribir No te detengas. Ya tenía cuatro hijos cuando estudió Historia del Arte en Tepoztlán, donde vivía  y Juan Espinasa abrió un instituto que sólo ofrecía esa carrera. Desdeñó el título para concentrarse en la escritura: fue alumna de Agustín Monsreal, Juan Tovar y Daniel Sada. Durante 15 años impartió un taller de cuento del que Martha Cristiana fue alumna. Es editora y mensualmente publica en La Revista su columna “Perdonen las molestias” al alimón con el Anarconde.

 

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